Es un pueblo trazado por los españoles en 1570 donde se conservan casas de adobe, paredes blancas, balcones azules, tejados de tejas a 2 aguas y una famosa feria artesanal , situada en la plaza de armas, donde se pueden comprar mates burilados, cerámica, sombreros de paja, textiles de alpaca, instrumentos musicales, pinturas, joyas o antigüedades, así como una gran variedad de flores, frutas y verduras típicas de la tierra.
En su antigua iglesia se celebra, cada domingo, la misa en quechua con la asistencia de siete Varayocs de las comunidades más altas como: Motupa, Saccaca, Viacha, Cotataqui, y Paru Paru, que visten típicamente y portan la “vara” o cetro de mando. En ella se venera al Señor de Huanca a quien los lugareños, los sábados y domingos, mantienen la tradición de llevar sus coches nuevos para bautizarlos y les de su protección y su bendición
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A destacar Amarupunku el barrio ceremonial, construido en estilo trapezoidal destinado a la nobleza.
En la parte alta del complejo arqueológico se encuentra el Intihuatana, una piedra sagrada, donde los sacerdotes incas rendían culto al sol, también servía para fijar el cambio de estaciones o como observatorio astronómico.
Al frente del complejo se aprecia el Cementerio de Tanqanamarka, donde se calcula existieron 10,000 entierros, en las paredes de la montaña.
Las
ruinas de OLLANTAYTAMBO, a 2792 msnm., son los restos de un estratégico centro militar,
religioso y agrícola de excepcional interés por el tamaño, estilo y
originalidad de sus edificios.
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| OLLANTAYTAMBO |
A 60 kms. de Cusco, esta ubicado en las margenes del río Patakancha, cerca del punto donde confluye con el Urubamba, es una una ciudad muy fortificada, rodeada de una pared con pukaras
o fortalezas.
La principal de ellas es la llamada Casa Real del Sol ubicada en la cima de este complejo y esta formada por diecisiete terrazas superpuestas, construidas sobre grandes piedras de granito rosa labradas, con unas medidas de más de cuatro metros de alto por dos de ancho, y dos de grosor.
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| FORTALEZA DEL SOL |
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| COLCAS |
Podemos admirar tambien, en una montaña cercana las colcas, (depósitos agrícolas) más interesantes del Valle Sagrado.
En estos grandes depósitos se guardaba y almacenaba el excedente
productivo.
Eran recintos que contaban con canales de ventilación y
sistemas de drenaje. La red de distribución de colcas comprendió 2
millones de metros cúbicos.
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| "ROSTRO DEL INCA" |
A su izquierda se puede observar un gigantesco bloque de piedra que,
para los lugareños, representa el rostro de un inca.
El pueblo de Ollantaytambo es conocido como "Pueblo Inca Vivo" pues sus pobladores viven de acuerdo a usos y costumbres heredados de sus antepasados, se habla el quechua y es la única ciudad inca que sigue siendo habitada por familias locales. Todo el diseño y estructura del pueblo inca original salta a la vista en las quince manzanas que componen el pueblo.
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| RIO URUBAMBA |
Desde la estación de Ollantaytambo el tren de Perurail nos lleva, recorriendo un bello paisaje por la orilla del río Urubamba, llegamos a Aguas Calientes, o Machu-Picchu Pueblo.
Situado a 2040 mnsm. es un bello lugar rodeado
de abundante vegetación y montañas.
Un autobus nos llevará por una zigzagueante y no muy ancha carretera hasta el puesto de control de
entrada a la famosa fortaleza de Machupicchu, ciudadela inca rodeada de templos, andenes y canales de agua, construida en lo más alto
de una montaña, edificada con grandes bloques de piedra
unidas entre sí, sin el uso de amalgama.  |
| CIUDADELA DE MACHU-PICCHU |
Con una altitud de 2430 msnm. y unos paisajes inigualables, recorrer sus calles, terrazas y recintos, nos da idea de porque es denominada una de las siete maravillas del mundo moderno y una obra maestra de la ingenieria y de la arquitectura.
Construida en s. XV, fue dada a conocer al mundo
por el estadounidense Hiram Bingham en 1911, aunque hay constancia que de ya
era conocida por personas del lugar en torno a 1902.
Tiene dos sectores diferenciados el
agrícola, conformado por los andenes y el urbano, que cumplía funciones
administrativas. Reservaron los suelos planos naturales para los campos de cultivo, y
trasladaron los usos de vivienda u otro tipo de construcción a los
terrenos en laderas, por ello la mayor parte de sus obras de uso no agrícola fueron hechas en terrenos rocosos, irregulares o en pendientes no cultivables. Cuando faltaban terrenos planos los habilitaban en forma
de terrazas produciendo artificialmente campos eficientes para el
cultivo y para la vivienda.