sábado, 29 de marzo de 2014

EL GRECO

Uno de los artistas que mejor supo entender y desarrollar el  Manierismo fué Doménikos Theotokópoulos, conocido como El Greco.
Nació en 1541 en la localidad de Candía, capital de la isla de Creta,  hoy llamada Heraklion, que en aquel momento era posesión de la Serenísima República de Venecia.
Pertenecía a una familia de importante posición económica ya que su hermano mayor Manussos ejerció como recaudador de impuestos durante casi 20 años, siendo también presidente de la Cofradía de Navegantes, llegando a obtener patente de corso del Dux de Venecia para ejercer la piratería contra los turcos.

Doménikos recibió  amplia formación humanística y artísticamente parece probable que se formara en el taller del pintor de iconos Juan Gripiotis, teniendo también contacto con Georgios Klontzas, ( pintor cretense especializado en la elaboración de iconos y grabados). Doménikos trabajó en las dos vías existentes en la pintura cretense de la segunda mitad del siglo XVI: la tradicional, conocido como "alla greca" siguiendo los modelos bizantinos, y, la moderna o "alla latina" según los modelos del Renacimiento Italiano. Pronto alcanzó una importante posición entre los pintores cretenses, siendo denominado "maistro" hacia 1563. Hombre de buena educación, espíritu inquieto, grandes ambiciones y altas aspiraciones, tanto económicas como sociales o profesionales,  decidió abandonar la isla para continuar su aprendizaje.  
Entre enero de 1567 y agosto de 1568 El Greco parte hacia Venecia, donde vivían unos 4.000 griegos, entre los que podía estar su hermano Manussos, y alli se relaciona con los talleres más prestigiosos del momento para tomar los elementos que más le interesan de cada uno. El Greco realizará en Venecia un trabajo de asimilación de la pintura renacentista.
Giulio Clovio
En 1570 está en Roma  y contacta con el miniaturista Giulio Clovio, iniciando una estrecha amistad que permitió a Doménikos ingresar en el palacio del Cardenal Alejandro Farnesio. Allí conoce al bibliotecario Fulvio Orsini, muy interesado por la Antigüedad, un auténtico humanista que posee una importante colección de pintura. 
Aprovechando las oportunidades de formación que se le brindaron, estudió las colecciones del cardenal y su bibliotecario, admiró la obra de Miguel Ángel y los manieristas romanos, y fue admitido en la Academia de San Lucas en 1572 como miniaturista.
Fulvio Orsini


En las tertulias que tenía Fulvio Orsini en el Palacio Farnesio acudían eruditos de diversas nacionalidades, entre los que destacaba el español Don Luis de Castilla, joven clérigo e hijo del deán de la catedral de Toledo, que se convirtió en amigo y defensor del artista durante toda su vida, hasta el punto que participó como albacea en su testamento. 









Martirio de San Mauricio
Se traslada a la   Península Ibérica en 1577 pasando una temporada por la Corte madrileña para después trasladarse a Toledo, donde recibirá sus dos primeros encargos: el Expolio de Cristo y los retablos  del convento de Santo Domingo el Antiguo,encargados por don Diego de Castilla, el deán de la catedral toledana y padre de don Luis Realiza una serie de obras para Felipe II,  La Alegoría de la Liga Santa y el Martirio de San Mauricio obras que no fueron del agrado del rey católico por lo que Doménikos se instala definitivamente en Toledo, ciudad donde triunfará el resto de su vida. 
La Alegoría de la Liga Santa








Allí contará con la protección de un importante número de personajes cultos e influyentes que le encargarán sus obras más espectaculares, estableciendo con la mayor parte de ellos relaciones de amistad. 





Jorge Manuel, el hijo del Greco

En cuanto al tema familiar, en  Toledo inicia una relación con doña Jerónima de las Cuevas, teniendo un hijo, Jorge Manuel, nacido en 1578. Se ha especulado mucho sobre doña Jerónima, considerándose que se trataba de una noble o descendiente de una familia morisca, y como no existen noticias sobre el matrimonio entre ambos amantes, no hay duda que Jorge Manuel era hijo natural, refiriéndose a él en una ocasión como "sobrino" apelativo que se utilizaba en la época para referirse a los bastardos. 
El Expolio


El Greco estableció su hogar en la Ciudad Imperial y ocupó un viejo palacio gótico-mudéjar propiedad de los marqueses de Villena, y allí fundó su próspero taller, dedicándose a la elaboración de cuadros, diseño de retablos y escultura. Los precios cobrados por las obras que realizaba el taller eran tan elevados para lo que acostumbraban a pagar los españoles que provocaron numerosos litigios, como en los casos del Expolio, el Entierro del señor de Orgaz y los retablos del Hospital de la Caridad de Illescas. La mayor parte de ese dinero que ganó Doménikos fue derrochada al llevar un fastuoso tren de vida e incluso mantenía a músicos asalariados en su casa de modo que pudiera gozar de todos los placeres mientras comía, era extraordinario en todo, y tan extravagante en sus pinturas como en sus costumbres.
Se irá afianzando entre la clientela toledana, de la que recibe sus mejores encargos. Sus figuras se hacen cada vez más estilizadas, en un estilo muy personal con figuras desproporcionadas, colores violentos y vibrantes, fuertes escorzos, que consigue calar profundamente en la mística sociedad toledana, y que eran de su agrado y también del de su clientela. 

Adoración de los Pastores
El 7 de abril de 1614 a la edad de 73 años, en Toledo,  fallece Doménikos Theotokópoulos, según consta en la partida de defunción que se encuentra en la parroquia de Santo Tomé.  Días atrás había otorgado un poder a su hijo para que pudiera hacer testamento en su nombre, nombrandolo heredero universal y figurando entre sus albaceas su buen amigo don Luis de Castilla.
 Se sabe que fue enterrado en la iglesia del convento de Santo Domingo el Antiguo en un altar cedido en 1612 por las monjas a cambio de 32.000 reales condonados por un monumento para la Semana Santa y por el compromiso de decorar el altar,  para ello realizó la Adoración de los Pastores,  hoy en el Museo del Padro, pero se especula si sigue en Santo Domingo enterrado junto a su nuera, Alfonsa de los Morales o en 1618 fueron trasladados su cuerpo y el de su nuera a la iglesia de San Torcuato, cuyas obras estaba dirigiendo Jorge Manuel. Dado que esta iglesia toledana ha desaparecidono sabemos en la actualidad dónde se ubica el cuerpo del gran pintor cretense de quien Fray Hortensio Félix Paravicino, poeta y buen amigo del pintor, dijo:
 "Creta le dio la vida y los pinceles, / Toledo mejor patria, donde empieza / a lograr con la muerte eternidades". 

El Entierro del señor de Orgaz

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