viernes, 6 de junio de 2014

VACUNA ANTI-POLIOMELITICA




La poliomielitis (o polio) es una enfermedad causada por un virus que se propaga por:
Contacto directo de persona a persona.
Contacto con moco o flema infectados de la nariz o de la boca.
Contacto con heces infectadas.
Se multiplica en la garganta y en el tubo digestivo para luego ser absorbido y diseminarse a través de la sangre y del sistema linfático.  La incubación oscila entre 5 y 35 días (un promedio de 7 a 14 días) y la  mayoría de las personas no presenta síntomas.
El virus puede infectar a  un niño o a un adulto y  aunque a veces el virus no causa una enfermedad seria, otras veces causa parálisis de brazos o piernas, e incluso puede matar a las personas afectadas  al paralizar los músculos respiratorios. 
Hay tres patrones básicos de infección por polio: infección subclínica, no paralítica y paralítica. La mayoría de las personas tienen infecciones subclínicas y es posible que no tengan síntomas.
SÍNTOMAS DE INFECCIÓN SUBCLÍNICA
Malestar generalizado
Dolor de cabeza
Garganta enrojecida
Fiebre leve
Dolor de garganta
Vómitos 
Es posible que las personas con la infección de polio subclínica no presenten síntomas o que sean leves y duren 72 horas o menos.

LA POLIOMIELITIS CLÍNICA, afecta al cerebro y la médula espinal y se divide en las formas no paralítica y paralítica. Se puede presentar después de la recuperación de una infección subclínica.
 En 1916 en Estados Unidos una epidemia de poliomielitis mató más de 6.000 personas y provocó parálisis a otras 27.000. A comienzos de 1950 había más de 20.000 casos de poliomielitis al año. La vacunación para prevenir la infección por el virus comenzó en 1955, y hacia 1960, el número de casos de poliomielitis había disminuido a alrededor de 3.000 al año. En 1979 se registraban unos 10 casos al año. Estado Unidos no ha reportado ningún caso de poliomielitis aguda durante más de 20 años. pero la enfermedad todavía es común en algunas partes del mundo, de ahí que sea necesario continuar con campañas de vacunación.

Hay dos tipos de vacunas antipoliomielíticas: 

IPV, vacuna en forma de inyección que se pone en la pierna o en el brazo, dependiendo de la edad de la persona y  puede ponerse al mismo tiempo que otras vacunas.
OPV, vacuna oral y viva. Generalmente se dan 3 o 4 gotas sobre un terrón de azúcar.
Ambas vacunas inmunizan contra la poliomielitis, pero la IPV es mejor para prevenir la transmisión de la enfermedad a otras personas.La mayoría de las personas debería vacunarse contra la poliomielitis cuando son niños. Los niños reciben 4 dosis de la IPV: una dosis a los 2 meses, una dosis a los 4 meses, una dosis entre los 6 y los 18 meses, una dosis de refuerzo entre los 4 y los 6 años.

En cuanto a los adultos no necesitan vacunarse contra la poliomielitis si fueron vacunados de niños, con la excepción de estos tres grupos: 
-Personas que viajen a lugares  donde la poliomielitis es común.
-Trabajadores de laboratorio quienes podrían manipular el virus de la poliomielitis
-Trabajadores sanitarios que atiendan a pacientes que pudieran tener poliomielitis.
Los adultos incluidos en estos tres grupos que nunca hayan sido vacunados contra la poliomielitis debieran recibir 3 dosis de la IPV: la primera dosis en cualquier momento, la segunda dosis de 1 a 2 meses después de la primera, y la tercera dosis de 6 a 12 meses después de la segunda.
Los incluidos en estos tres grupos pero que en el pasado hayan recibido 1 ó 2 dosis de la vacuna antipoliomielítica deberán recibir las restantes 2 ó 1 dosis,independientemente del  tiempo transcurrido desde las dosis anteriores.
Los adultos de estos tres grupos que hayan recibido 3 o más dosis de la vacuna, ya sea la IPV o la OPV, deberán recibir una dosis de refuerzo de la IPV.


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