domingo, 27 de marzo de 2011

EL HORARIO DE VERANO


Llamamos cambio horario al adelanto y retraso  de una hora que realizamos cada primavera y otoño respectivamente. Esta  medida la llevan a cabo unos 70 países en todo el mundo, siendo Japón el único país industrializado que no se ha adaptado aún a esta normativa.
El cambio horario tiene como fin reducir el consumo global de energía, haciendo coincidir el comienzo de la jornada laboral con las horas de luz. Según los estudios realizados  el ahorro doméstico en iluminación desde el cambio de horario de Marzo al de Octubre puede ser de un 5%. Se adoptó por primera vez en la primera guerra mundial, con la finalidad de ahorrar combustible, quedando suprimido al finalizar la contienda. En 1973, durante la crisis del petróleo, la mayoría de los países industrializados la vuelven a  adoptar para hacer frente a la complicada situación.
       En España se lleva  a efecto desde 1974, aunque la última regulación a la que nos hemos adaptado ha llegado de la mano de la directiva Europea 2000/84, que entre otras cosas unifica los días en los que se producen los cambios de hora en todos los países de la Unión Europea, siendo estos el último Domingo de Marzo y Octubre, respectivamente. Dicha directiva se entiende con carácter indefinido, aunque cada 5 años la Comisión Europea publica el calendario de las fechas concretas en las que se producirá el cambio de hora durante los 5 años siguientes.
El último domingo de marzo nos alejaremos por tanto una hora más de la hora del meridiano de Greenwich y pasaremos a GMT+2 (a 2 horas del Sol) en vez de GMT+1.
        El cambio horario afecta según los expertos al reloj biológico y puede provocar trastornos en el sueño especialmente en niños y ancianos. No obstante es algo temporal que se suele superar en 2 o 3 día sin mayores problemas. Otra cosa sería que ese cambio horario fuera de más de tres, cuatro o cinco horas, ya que si eso fuera así, aunque se respetara el tiempo de sueño, algunos comportamientos, como puede ser la capacidad de atención, sufrirían alteraciones.
        El cambio de hora afecta a nuestro ritmo circadiano, porque hay una repentina aunque afortunadamente corta alteración de las horas de luz. Según explica  Ricardo Martínez Murillo, neurobiólogo del Instituto Cajal:"Por el día la retina capta la luz y la envía al cerebro, que regula los niveles hormonales, entre otros los que se encargan del comportamiento y desde luego sí que  nos adaptamos ya que  el organismo aprendió a adaptarse a un ritmo circadiano cuando era unicelular, porque debía protegerse de la luz ultravioleta para replicarse".
         En resumen, los efectos negativos del cambio estacional de hora sobre los humanos son muchas veces más psicológicos que orgánicos  y  los trastornos causados por las variaciones horarias de tipo estacional son leves y pasajeros.
         Así que paciencia y a tomárselo con calma.

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