lunes, 28 de marzo de 2011

LA AGUADORA


Entre el puente de la Almozara y el de Santiago, en el paseo de Echegaray
y Caballero, y tras la recuperacion de las riberas del ebro con motivo de
la Expo de Zaragoza 2008, hay un parque conocido como de San Pablo.
Hace unos días han colocado en este parque,con motivo del Día Mundial del
Agua, una estatua de bronce representando a una aguadora, donada por
José Bada y Carmen Angas. La obra pretende homenajear a las mujeres que
iban a buscar agua al río y su ubicación se decidió por la cercanía a la
Biblioteca del Agua y al Ebro. 

Muy cerca de este parque se encuentra la calle de Aguadores, que desde la
calle de San Blas, desemboca en la de Predicadores frente a la del Postigo
del Ebro.Parece ser que su nombre viene de cuando Zaragoza no contaba
con agua corriente en las casas y el gremio de azacanes, aguadores,
recogian a diario agua del Ebro y del Gallego para repartirla por la
ciudad con tinajas y cantaros a lomos de borricos. Existía una rampa
cercana que descendía hasta la orilla del Ebro, y ésta estaba situada en
un postigo que había junto a la Puerta de la Tripería, todo ello a la
altura de la plaza del Mercado, en el actual paseo Echegaray y Caballero,
lindando con el torreón de la Zuda y San Juan de los Panetes.

 Estos aguadores se agrupaban por  oficios en calles y corralas, a las
que daban  su nombre, aunque parece ser que realmente la calle estaba
situada más o menos por la actual calle Cerezo que es la que continúa
desde Aguadores actual, atravesando San Blas, hasta desembocar en  Conde de Aranda.

Esta situada en el barrio de San Pablo, también llamado del Gancho,  forma parte del Casco Histórico de Zaragoza.
Este barrio es el primer ensanche medieval de la ciudad, que en el siglo XIII desborda la muralla romana y se expande junto río Ebro hacia el  castillo-palacio de la Aljafería y en el siglo XIV ya vivía aquí un tercio de la población zaragozana.
El barrio ha mantenido una fuerte personalidad, representada por elpopular gancho, estandarte que todavía abre sus desfiles parroquiales.  De entre sus pobladores surgieron los broqueleros que, armados de escudo y espada, sofocaron el motín popular de 1766. Algunos nombres de sus calles provienen de héroes y heroínas de la guerra de la Independencia, que resistieron ante el ejército napoleónico hasta la extenuación.

En el siglo XIX alternaban en el barrio las viviendas de labradores con los negocios de artesanos, comerciantes y fondas.

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