Para poder observarlas, los astrónomos recomiendan las horas antes del amanecer y situarse lejos del brillo de las luces de la ciudad.
Mucho más intensa es la que se producirá el próximo 24 de mayo, unos 200 meteoros por minuto, según ha informado la NASA.
Se trata de un acontecimiento nunca visto hasta ahora. "Es el nacimiento de una lluvia de estrellas", apuntan desde la agencia espacial europea, y está protagonizada por el cometa 209P/LINEAR, descubierto en 2004, que orbita el Sol cada 5,04 años, y que en 2012, durante un paso relativamente cerca de Júpiter perturbó su órbita acercando el planeta a la Tierra.
En cuanto a sus características, los expertos aseguran que es una lluvia fácil de observar, ya que es
abundante y el paso de sus restos es lento.
Además de estos dos sucesos, los aficionados también deberán apuntar con sus telescopios al cielo para observar el 10 de mayo a Saturno,
que protagonizará su máximo acercamiento a la Tierra, alcanzando su disco un diámetro de 18,9''. En este periodo, y en semanas anteriores, la inclinación de sus anillos harán favorable su observación.
Finalmente, para los amantes de la Luna, el satélite estará en fase llena el 14 mayo, mientras que durante todo el mes se puede ver, en las noches más oscuras y con ayuda de prismáticos o telescopios, el complejo de nebulosas de Orión (Messier 42 y 43), el grupo de las estrellas Pléyades y la nebulosa del Cangrejo (Messier 1).
Del mismo modo, se pueden observar las lunas más brillantes de Júpiter e incluso hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
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