Albarracín localidad y municipio del suroeste de la provincia de Teruel, en la comunidad de Aragón, España.
Monumento Nacional desde 1961, Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes de 1996 y esta propuesta por la Unesco para ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la belleza e importancia de su patrimonio histórico.
Emplazada en una colina de los Montes Universales, es una ciudad medieval que se asienta en el istmo y la península que forman el río Guadalaviar. Rodeada por un profundo tajo que hace de foso defensivo y un imponente cinto de murallas que culminan en el castillo.
Situada a 1.171 metros sobre el nivel del mar su clima se puede clasificar dentro de los mediterráneos de montaña siendo su temperatura media anual de 11º y la precipitación de 480 mm. Diversas variedades de pino, roble, encina y sabina albar, la más abundante, pueblan los alrededores.
A destacar la gran belleza del paisaje protegido de los Pinares de Rodeno formado sobre un substrato de piedra arenisca roja, que contrasta con el verde del pino rodeno, caracterizado por tener una altura mediana y una corteza áspera de color rojiza. (Tradicionalmente se han empleado para obtener resina)
Las calizas son famosas por su contenido en fósiles del jurásico, y como prueban las pinturas rupestres del Rodeno, estuvo poblada Albarracín desde la prehistoria.
Sobre castros celtas surgió la población romana,y con la invasión musulmana llegó un grupo berberisco de la tribu de los Ibn-Racin que le dio su nombre de villa.
Con la disgregación del califato de Córdoba del que dependía, se independizó como reino taifa musulmán, pero con la llegada de los almorávides a Al-Andalus, Albarracín pasó a depender del Reino de Valencia.
Posteriormente pasa a manos de la familia cristiana de linaje navarro de los Azagra, que harán de esta ciudad un Señorío Independiente de Castilla y Aragón desde 1170.
Pedro III de Aragón la conquista en 1285 pasando definitivamente a la Corona de Aragón en 1300.
El encanto de Albarracín está en el trazado de sus calles adaptadas a la difícil topografía del terreno, con escalinatas y pasadizos y con un conjunto de casas de muros irregulares, de color rojizo, con entramado de madera y con aleros que se tocan. Una característica de Albarracín respecto al resto de pueblos de la Sierra del mismo nombre, es la gran abundancia de estructuras con entramado de madera y tabicones de yeso rojizo que confieren el color característico al conjunto.
La arquitectura de madera y yeso es el material característico en Albarracín,y cada rincón, cada casa, es objeto de admiración: sus puertas y llamadores (picaportes de hierro imitando un pequeño y fantástico dragón), sus diminutas ventanas con visillos de encaje, sus balcones corridos en rica forja y de madera tallada, ...
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