Trótula
de Salerno (1090-1160), también conocida como Trótula di Ruggiero fue primero
estudiante y luego profesora de la Escuela Médica Salernitana, el primer centro
médico sin conexión con la Iglesia y considerado por algunos autores como la
primera universidad europea. Escribió varios influyentes tratados sobre
medicina femenina, siendo el más prominente de ellos Passionibus Mulierum Curandorum,
también conocido como Trótula major. En sus sesenta capítulos se trata la menstruación, la
concepción, el embarazo, el parto, el control de la natalidad, además de
diversas enfermedades ginecológicas y de otro tipo, así como de sus remedios. Describe
también diversas técnicas quirúrgicas, postula brindar una eficaz protección
perineal y hace descripciones de avanzada sobre las episiotomías. Sus tratados
pediátricos dan normas sobre los lactantes y respecto al cuidado del niño en
sus primeros meses de vida. Se usó como texto de medicina hasta el S XVI,
habiendo sufrido multitud de plagios a lo largo de la historia.
Sus
escritos reflejaron ideas muy avanzadas para su tiempo: un ejemplo es su apoyo
a que se suministrasen opiáceos a las
mujeres durante el parto para mitigar el dolor, una práctica que entonces era
perseguida por las autoridades. También afirmaba que los impedimentos a la concepción
podían ser debidos tanto a las mujeres como a los hombres. Su trabajo también estaba influido por las ideas
de su época y sostenía que, a causa del pecado original que según la Iglesia
fue provocado por Eva, las mujeres eran
por naturaleza más susceptibles de enfermar, y
por ello necesitaban una mayor atención médica. Ella creía en una evaluación
amplia de los pacientes y no solo centrada en los síntomas llamativos, poniendo
énfasis en una evaluación integral.
Escribió
un segundo tratado sobre el cuidado de la piel, la higiene y la cosmética (Trótula
menor) . Recomienda también a las mujeres de su época cuidar de la higiene
diaria, ejercicio físico regular, masajes con aceites y una dieta equilibrada y
saludable. Y completa estas recomendaciones con unas simples y curiosas recetas
de cosmética femenina:
“Una crema para eliminar las arrugas, la fórmula de un
lápiz de labios en la que utiliza la miel, el jugo de remolachas, la calabaza y
agua de rosas. Para conservar sana y blanca la dentadura recomienda limpiarlos
con una infusión caliente de corteza de nogal.”
Trótula
pertenecía a una familia adinerada. Cuando ella era joven, la Alta Edad Media
estaba en su auge, el urbanismo avanzaba y las Cruzadas estaban en su apogeo.
Nuevas universidades reemplazaron a los antiguos monasterios como centros de
enseñanza. Salerno fue la primera escuela médica no regida por religiosos y
estaba abierta a árabes y judíos lográndose así un enriquecimiento cultural
especial. También fue pionera en admitir mujeres. Su ubicación estratégica en
el Mediterráneo permitió fusionar el conocimiento greco- romano con la
tradición islámica y judía. Salerno era el lugar para ser visto; su escuela de
Medicina se convirtió en la más prestigiosa del siglo XI en Europa. En la Edad
Media, el ejercicio de la medicina estaba prohibido para la mujer salvo la
práctica de la obstetricia y los cuidados al niño en sus primeros meses, que
estaban casi exclusivamente, en manos femeninas. En un Salerno abierto a la
vocación médica femenina, pronto surgirán los nombres de cinco mujeres expertas
en el arte de curar: Trótula,
Constanza, Calenda, Rebeca Guarna, judía y Abella, musulmana, que simbolizan la conjunción
de los saberes de judíos, árabes y cristianos.
La
opinión generalizada es que murió en su
ciudad de nacimiento, pero nada se conoce con exactitud acerca de la muerte de
Trotula. Algunos estudiosos han dudado de que fuese una mujer, y otros son de
la opinión de que era un personaje ficticio, por lo que a lo largo de la
historia sus obras se han atribuido a otros autores.
En un
mundo dominado por los hombres en el que las mujeres solamente podían acceder
al conocimiento tras los muros de un monasterio, una mujer se abrió camino. Trótula
de Salerno se convirtió en la primera mujer en escribir y tratar sobre temas de
ginecología y obstetricia. Sus ideas fueron tan eficaces y novedosas que hasta
el siglo XX existieron voces que quisieron dudar de su existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Publicar un comentario en la entrada